La historia es sorprendente (
este perfil de María Ramírez es bastante interesante), pero en realidad no es nueva. La idea del cómico que hace sátira política y acaba liderando un partido nos retrotrae, por ejemplo, a
Beppe Grillo. Él era también un comediante que, desde el humor ácido, acabó montando el partido Cinque Stelle para hacer antipolítica (según él mismo decía). Su formación (no él) también acabó en el gobierno.
Hay, incluso, un referente anterior: Ronald Reagan, que presidiera EEUU en la década de los ’80, vino también de la industria del cine. Su caso, además, es peculiar: los miembros del cine estadounidense, como ha pasado tradicionalmente con los del español, no son precisamente conservadores… aunque él sí lo era.
Pero mira tú por dónde, Reagan fue uno de los líderes más importantes de su época (nada menos que el final de la primera Guerra Fría), y Zelenski se ha visto en medio de un conflicto bélico que ha sabido capitanear con destreza para multiplicar su rédito político. Hay que decir que antes de que cayeran las primeras bombas su popularidad estaba bajo mínimos…